Ómar Martínez, líder de los porcicultores en Casanare y presidente de la Asociación de Porcicultores de Aguazul, ha expresado su descontento ante la Asamblea Departamental, denunciando un sentimiento de engaño debido a la lentitud en la aprobación de una ordenanza clave sobre el manejo del superávit.
Esta demora, según Martínez, está afectando considerablemente al sector de la porcicultura en la región, pues impide el avance de iniciativas esenciales orientadas a mejorar la comercialización y formalización de los productores.
Entre los aspectos más relevantes, se encuentra la petición para ampliar la zona de restricción para el comercio de cerdos, que actualmente se limita hasta el río Cusiana, proponiendo extenderla hasta el río Casanare.
Este ajuste es decisivo para que los cerdos puedan ser comercializados libremente, ya que actualmente ostentan chapetas naranjas que limitan su transporte y venta; la modificación permitiría cambiar a chapetas azules, facilitando estas actividades. La falta de aprobación tiene tratado este proceso, dejando a los productores en una posición desfavorable.
Martínez resaltó la inédita colaboración que ha brindado la Gobernación a este sector, impulsando la creación del primer comité departamental que agrupa a más de 1,200 productores activos. Gracias a este apoyo, están trabajando junto con el ICA en un plan de muestreos que busca declarar a Casanare libre de peste porcina.
Los recursos previstos del superávit debían servir para contratar personal especializado que acompañe este proyecto. Sin esos fondos, los porcicultores se ven relegados a realizar por cuenta propia trámites complejos y muestreos indispensables, lo cual dificulta el avance de la iniciativa.
Asimismo, la aprobación de esta ordenanza resulta fundamental para materializar un proyecto gubernamental que contempla la instalación de una planta de sacrificio de cerdos en la región, infraestructura necesaria para que el ICA levante las restricciones actuales que afectan la actividad porcícola en Casanare.
El malestar del gremio es palpable, pues sienten que la Asamblea no les ofrece el respaldo adecuado, lo que frena injustamente su crecimiento y proceso de legalización.



