Casanare

Zorro llevó salud a las montañas: más de 3.600 atenciones médicas y 56 cirugías transformaron vidas en tres días

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Durante tres días consecutivos, la salud llegó donde antes solo llegaba el olvido. Hasta Sácama, La Salina y el resguardo indígena Chaparral-Barro Negro, el gobernador César Ortiz Zorro lideró una nueva jornada del Hospital Itinerante, una estrategia que está cambiando la vida de miles de casanareños que, por años, han tenido que recorrer largas distancias para recibir atención médica especializada.

En Sácama, se practicaron 32 cirugías y se brindaron más de 2.000 atenciones médicas, permitiendo que niños, adultos mayores y campesinos recibieran consultas especializadas en ginecología, pediatría, medicina interna, cirugía general, optometría, odontología, psicología y anestesiología. También se ofrecieron servicios de vacunación, salud bucal, nutrición, tamizajes gratuitos de VIH, sífilis y chagas, así como rayos X y mamografías.

En el municipio de La Salina, se realizaron 24 cirugías y 1.050 atenciones médicas, y en el resguardo indígena Chaparral-Barro Negro se llevaron a cabo 600 valoraciones, en un entorno de respeto por la cultura y las tradiciones de esta comunidad. En total, fueron 56 procedimientos quirúrgicos y más de 3.600 atenciones médicas en tres días de trabajo incansable.

“El Hospital Itinerante sigue recorriendo Casanare y salvando vidas. La #SaludEnTerritorio fue mi sueño desde niño, porque sé por experiencia cómo una atención a tiempo puede hacer la diferencia. A mí me salvaron de perder mi mano derecha y hoy tenemos la oportunidad de cambiar la vida de miles de familias campesinas”, expresó el gobernador César Ortiz Zorro.

Uno de los casos más conmovedores fue el de José María Carillo, un campesino de Sácama que llegó buscando solución para una hernia, pero al ser valorado, los especialistas detectaron una masa que fue extraída y enviada a patología. “Estamos felices de poder traer este servicio acá y mejorar las condiciones de nuestra gente”, afirmó el mandatario.

Zorro agradeció al personal médico, a los equipos logísticos y a las comunidades por su confianza. “Gracias por caminar veredas, por atender con empatía y por ayudar a dignificar la salud de nuestros pueblos” afirmó.
Con esta jornada, Casanare demuestra que es posible construir un modelo de salud que no excluye, que escucha y que llega hasta las montañas donde por años se esperó atención médica especializada y quirúrgica. Cada cirugía, cada consulta, es una oportunidad para transformar vidas y devolver la esperanza a quienes nunca dejaron de creer que también merecían ser atendidos con dignidad.