Colombia

Nacionales: Palabras del Presidente Iván Duque Márquez en la presentación de resultados del programa Colombia Científica

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Apreciados amigos, muchísimas gracias por acompañarnos hoy en esta segunda cumbre, en este encuentro científico.

Se han dicho cosas muy interesantes esta mañana, pero yo quisiera aprovechar este espacio, Ministro (de Ciencia, tecnología e Innovación) Tito Crissien, para hacer referencia a los logros que como país hemos tenido en estos cuatro años.

Cuando yo aspiré a la Presidencia de la República, siempre dije que este sería el gobierno de la ciencia y la tecnología.

Por muchos años se hablaba de ciencia y se hablaba de tecnología, pero nunca había una apropiación de ese sector a nivel presidencial. Llevábamos décadas esperando, casi que, con actitud mendicante, por parte de los científicos de Colombia, que ese sector tuviera un asiento propio en el Consejo de Ministros.

Llevábamos también décadas esperando un nuevo marco normativo de gobernanza, y sobre todo una asignación de recursos que fuera acorde con la importancia estratégica del sector.

Llevábamos también décadas esperando una confluencia apropiada, certera, que nos permitiera a todos asignar responsabilidades de manera transversal en el Estado y, por esa vía, darle impulso al sector que se merece.

Llevábamos también décadas esperando que el Sistema Nacional de Regalías pudiera ver al sector, no con generosidad, sino con el sentido estratégico que corresponde, para que nosotros podamos hacer las transformaciones de fondo, de carácter productivo en nuestro país.

Y llevábamos también décadas esperando que la vinculación de la ciencia y la tecnología tuviera también un arraigo productivo, competitivo y que respondiera a una visión de país.

Hemos cumplido al sector

Pues bien, han pasado casi cuatro años desde el momento en que tuve el honor de jurar como Presidente de la República y hoy puedo decirle a este sector que le hemos cumplido con creces.

Los hechos hablan por sí solos y con elocuencia. En este Gobierno se creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, se creó una institucionalidad robusta que también viene acompañada de un decreto presidencial donde se hace instrumental y aplicable de manera practica la gobernanza del sector de ciencia, tecnología e innovación.

También sacamos adelante el documento CONPES de la Política Pública de Ciencia, Tecnología e Innovación, que cubre el periodo 2021-2031.

Pusimos en marcha la Misión de Sabios y tomamos las recomendaciones de la Misión de Sabios, para darle al Ministerio y a la institucionalidad el robustecimiento estratégico necesario.

Empezamos a elucubrar una agenda decidida en materia de bioeconomía. Pero también en la condición de ser un país biooceánico, en la utilización de las capacidades tecnológicas para la productividad de nuestro campo y, por supuesto, la aplicación de la ciencia y la tecnología para el desarrollo empresarial.

Más de 1.1 billones asignados

Nos parece, además, importante destacar que le hemos asignado a esa política pública más de 1,1 billones de pesos, y que se suma a los 4,4 billones de pesos que vienen de alianzas transversales para desarrollar una inversión certera.

Y a esto, muy importante encontrarle la vinculación con resultados plausibles, sobre todo en estas redes que hemos visto hoy.

Qué importante destacar el papel que ha jugado este sistema para enfrentar la pandemia del covid-19.

Como otro resultado elocuente, el país pasó de aproximadamente un solo laboratorio con la capacidad de procesamiento de pruebas Protocolo Berlín a tener hoy una red de laboratorios que supera los 168 que tienen presencia y asidero territorial.

También hemos logrado, por la vía de las convocatorias, las convocatorias más grandes en términos de recursos, invitar a organizaciones privadas sin ánimo de lucro para que puedan desarrollar nuevas investigaciones en nanotecnología, en las ciencias de la salud, en la capacidad instrumental de robótica aplicada no solamente a aspectos relacionados con la salud pública, sino también con la transición energética y el uso de tecnologías satelitales para la detección y prevención de desastres naturales.

Qué importante hacer referencia a que hemos logrado la mayor asignación de becas de doctorado registradas por Colombia y qué importante ver que la aplicación de todo este trabajo hoy se traduce también en otros logros de gobierno.

Se hablaba ahora de las energías renovables y se hablaba también con visión. Pues qué importante también decir que en estos cuatro años pasamos de un irrisorio, prácticamente inexistente, 28 MW de capacidad instalada de renovables no convencionales y que hoy tengamos una meta superada del Plan Nacional de Desarrollo que, en cuanto a proyectos inaugurados y por inaugurar de aquí a final del año, llegaremos a superar los 2.800 MW de capacidad instalada de renovables no convencionales. 100 veces más lo que tenía Colombia.

Pero hay 4.500 MW adicionales para instalarse los próximos dos años, en adición a que pusimos en marcha también, viendo la convergencia de esas tecnologías, la ruta del hidrógeno verde, donde la meta que se plantea Colombia es ser el mayor exportador de hidrógeno verde en el curso de la próxima década.

Una verdadera capacidad de asociar la inversión privada, una sana regulación, pero también visión aplicada de la ciencia y la tecnología para ganar potencial.

Ya se habla por ejemplo del amonio verde y se habla también de mecanismos de trasladar ese hidrógeno verde de manera segura.

Hoy Colombia no es ajena a esa discusión y la Organización Internacional de Energías Renovables (IRENA), publicó hace pocos días que Colombia será en el curso de la próxima década el cuarto mercado más competitivo del mundo en hidrógeno verde.

Si esto no es ciencia y tecnología aplicada ¿qué lo es entonces?

Investigación agrícola

Pero también miremos otros desarrollos. Geotermia y, por supuesto, el producir a través de biomasa nuevas formas de energía, y hoy haber lanzado también la ruta de tener la energía eólica costa afuera, es también una invitación constante a que tengamos interconexión, no solamente hacia la red nacional, sino al potencial de exportación de energéticos y tener la capacidad de almacenamiento, habiendo sido el primer país de América Latina y el Caribe en lanzar una subasta de almacenamiento a base de energías renovables no convencionales.

Esa es una demostración clara, precisa, de lo que somos capaces de lograr.

Pero también mirémoslo desde el lado de la aplicación hacia el sector agrícola y pecuario de Colombia.

La ciencia y la tecnología en manada también bajo la orientación de la Comisión de Sabios, hablaba de profundizar una frontera agrícola pensando en productividad.

Hoy, gracias también a la convergencia de fuentes de financiación, hemos podido crear con el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), en la ciudad de Palmira, el banco de semillas más importante en variedades de casaba y de frijol, atendiendo también las necesidades de la comunidad internacional para que podamos subsanar los grandes retos en materia de seguridad alimentaria.

Complementa este esfuerzo que tengamos hoy en Agrosavia el mayor número de doctorados que han estado vinculados a esa institución y que estén trabajando en este momento en genética animal, que estén trabajando también en la lectura genómica de distintos cultivos de nuestro país, siendo ellos diploides, cuadriploides, multiploides y pudiendo por esa lectura genética tener la capacidad de advertir cuáles son los retos para su mayor productividad por hectárea, y la capacidad resistente, también, a embates de enfermedades, como ha sido el caso a la investigación contra el Fusarium R4.

Hoy tenemos una Colombia que apenas aprovechan 9 millones de hectáreas de los 22 millones de hectáreas con potencial agrícola. Pero el expandir esa frontera responsablemente pasa por los desarrollos científicos y tecnológicos que para ese propósito se han elaborado desde la Misión de Sabios, al marco de política, al documento CONPES y al impacto también de esta misión.

Investigación en ciencias de la salud

Y nos parece pertinente también destacar que, así como se han hecho investigaciones en múltiples frentes, las investigaciones de las ciencias de la salud no se quedan atrás. El trabajo que se adelanta hoy en el país en materia de investigación en cancerología, es otro pasó importante que destaca Colombia en la comunidad científica.

Hoy hemos visto cómo llegan inversiones históricas, el nuevo centro para la investigación y el tratamiento de cáncer en nuestro país, producto de un esfuerzo filantrópico inigualable del doctor Luis Carlos Sarmiento Angulo, va a darle a Colombia, no solamente la capacidad de tener más de 150 investigadores de manera permanente haciendo análisis sobre las distintas manifestaciones del cáncer en nuestro país, sino también con las redes de universidades nacionales e internacionales, repatriar investigadores y ponerlos al servicio de cómo Colombia no solamente será un país que mejore el tratamiento, sino que pueda advertir con sello nuestro, con registro de propiedad intelectual y patentes de nuestro país, una forma efectiva de tratar semejante cruel enfermedad que sigue afectando al mundo.

Quiero también destacar en las ciencias de la salud cómo hoy hay redes universitarias que están vinculadas al análisis de las enfermedades transmisibles y no transmisibles, y también en materia de prevención.

Qué importante por ejemplo ver cómo estas redes científicas hoy están contemplando la posibilidad de utilizar nutrientes en los servicios de agua potable en las regiones del país donde hemos tenido la presencia histórica de enfermedades transmisibles porque no teníamos una buena calidad del agua.

Como gobierno vamos a dejar 3 millones de colombianos conectados por primera vez ese servicio potable y haremos los primeros pilotos para depositar esos nutrientes, de manera que no solamente confluyan en un mejor comportamiento de la salud humana, sino que también pueden ayudar en los sistemas de irrigación en distintos lugares del país. Algo que es novedoso a todas luces en América Latina y el Caribe.

Y qué importante destacar, cuando se habla del posconflicto, que las inversiones que se adelantan hoy en el país a través del sistema de Ciencia y Tecnología con los OCAD (Órganos Colegiados de Administración y Decisión), y por supuesto en el OCAD Paz, no se quedan atrás en lo que será también la vinculación con nuevos sistemas productivos.

Hoy vemos esquemas de apicultura, hoy estamos viendo esquemas de pesca, hoy estamos viendo esquemas de asociación productiva y transformación con frutos amazónicos, donde se ha permitido a través de las convocatorias que la red de empresarios y universidades vayan de la mano.

Y no puedo dejar de mencionar también el carácter de estas convocatorias para tratar las necesidades bioceánicas de Colombia. Hemos tenido océanos en nuestras costas, maravillosos; hemos tenido mares, y hemos tenido también la bendición de contar con manglares naturales.

Pero también tenemos que ser claros que nuestro país se encuentra amenazado por la erosión costera, y nuestro país ya ha sido víctima por primera vez en su historia de un huracán categoría 5 en el Caribe, afectando atolones históricos.

Hoy, gracias a que esas alertas han sido puestas a tiempo, estamos desarrollando la siembra de un millón de corales en el Caribe colombiano, protegiendo nuestros atolones, pero, sobre todo, entendiendo que esos arrecifes coralinos son una barrera natural, una muralla natural, para evitar mayores estragos provenientes de huracanes o tormentas tropicales.

Y qué significativa también es la ampliación de las áreas protegidas marinas, donde esperamos llegar muy pronto a ese 30% con un trabajo de la academia, con un trabajo de la institucionalidad pública, y también trayendo a investigadores internacionales, como fue el caso del destacado oceanógrafo Enric Sala, que estuviera semanas atrás en esa bella Bahía de Tribugá, haciendo la lectura para la ampliación de las zonas protegidas allí.

Ciencia como porcentaje del PIB

Yo podría seguir con muchos más detalles sobre todas las contribuciones de cada red, pero quizás sea el resultado más elocuente que esperamos tener pronto, ya por lo menos una lectura preliminar, es lo que tiene que ver con la inversión en ciencia, tecnología, e innovación como porcentaje del PIB.

Llevábamos más de 20 años con una inversión como porcentaje del PIB que se ubicaba en el 0.1, 0.2 del PIB, algo verdaderamente asombroso, por no decir pasmoso, frente a un país con tanta vocación científica.

Pero si no hubiera sido porque hay un Ministerio, porque hay una política pública, porque hay una agenda, porque hay un compromiso, no podríamos hoy ver el salto al que aspiramos, que con la contribución del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) lo conozca muy pronto Colombia, y es poder dejar en nuestro gobierno una inversión como porcentaje del PIB cercana al 1%, cinco veces más de lo que ha sido el promedio histórico.

Pero no para regocijarnos, sino para acelerar prontamente que lleguemos al 1.5% del PIB.

El presupuesto más alto para la educación

Estos saltos, que son incontrovertibles, y estos resultados, que son inobjetables, también nos permiten a nosotros ver esta alianza con el sistema educativo.

Ministra (de Educación) María Victoria (Angulo), sería imposible hablar de todos estos resultados si no hubiera un compromiso también de este gobierno con la educación superior.

Logramos el presupuesto más alto en la historia de la educación en Colombia, acercándonos ya a los 50 billones de pesos.

Pero hicimos el aporte a la base de la educación superior más significativo que se ha hecho en los últimos años, donde, gracias a esas inversiones, hoy estamos viendo un nuevo laboratorio, nuevas instalaciones científicas, nuevos hospitales universitarios y nuevas redes integradas en materia de investigación aplicada.

A esto se suma que hemos abierto otro hito social y es dejarle a Colombia la educación pública superior gratuita, técnica y tecnológica gratuita pública y universitaria pública a los estratos 1, 2 y 3, donde esperamos que lleguen más jóvenes con ahínco, con interés, con devoción, a que puedan explorar este camino de la ciencia.

Cómo no destacar también que, en materia de residentes médicos, en un país donde tantos jóvenes querían además especializarse y que no tenían una remuneración justa, o no tenían remuneración alguna, en nuestro gobierno les estamos dejando la remuneración a esos residentes para que puedan adentrarse en esa investigación y contribuir desde las ciencias de la salud también.

Y qué importante también destacar que las convocatorias que se han realizado, no solamente son las más grandes en términos de monto, sino también las más grandes en términos de participación.

Se ha hecho una ampliación, como nunca antes, a que lleguen más centros de investigación a trabajar con estos propósitos, incluyendo los centros de investigación al servicio del sector privado en distintas agremiaciones e industrias.

Hoy, queridos amigos, cuando se cierra este trabajo y estos resultados de esta segunda cumbre, como Presidente de la República tengo que decir con orgullo que aquí se ha logrado un trabajo también gracias a varias personas.

Nunca dejaré de reconocer el trabajo la Ministra Mabel Torres, pero quiero hoy hacerle un reconocimiento muy especial al Ministro Tito José Crissien, quien se ha puesto la camiseta del sector; quien, con su formación también técnica, científica y

por supuesto de gestión, y su conocimiento de la redes de universidades regionales, hoy deja este Ministerio encaminado a que el próximo gobierno, solamente continuando ese Plan Decenal de Ciencia y Tecnología, manteniendo el ritmo sin disminuir las becas de doctorado, acompañando las redes locales, y estas ocho redes que están en el programa del Banco Mundial, con más de 150 mil millones de pesos invertidos, nosotros dejaremos a Colombia, en la próxima década con una inversión como porcentaje del PIB por encima del 2%.

Esto no se ha hecho de manera fortuita; se ha hecho en diálogo con la academia y con la ciencia.

Una de mis primeras reuniones como Presidente Electo fue con toda la red de Academias Científicas. Me acompañó la doctora María Victoria Ángulo, trabajamos con ellos en la convocatoria de la Misión de Sabios.

El Silicon Valley de América Latina

Y hoy podemos decir, como lo dijo Steve Wozniak hace pocos días en Bogotá, Colombia es hoy el Silicon Valley de América Latina.

Le faltan muchas cosas, seguramente, para parecerse al Silicon Valley de California.

Pero es el Silicon Valley de América Latina, porque es el país que hoy muestra su mayor interés vocación, inversión y articulación para que la ciencia y la tecnología y la innovación hablen un mismo idioma con los emprendedores y con el sector privado.

Hoy con los resultados de estas ocho redes de investigación, que ustedes han presentado, con los directores científicos, nos damos cuenta que el camino empezó y que estos resultados nadie los podrá borrar.

Muchísimas gracias.

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