Con la consigna de integrar plenamente a las mujeres en la economía pospandemia, para erradicar violencias y avanzar en equidad, la Vicepresidente Marta Lucía Ramírez, participó en la elaboración y lanzamiento del Informe Beijing + 25, por invitación de la exsecretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton. Con este reporte, y su socialización, se conmemora un cuarto de siglo de la emblemática Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que marcó un precedente en la promoción de los derechos de la mujer.
«La pandemia deja claro que las crisis impactan a las mujeres de manera desproporcionada, pero también brinda una oportunidad sin precedentes para incorporar consideraciones de género como base de una recuperación exitosa», aseguró la Vicepresidente.
Durante su intervención, reiteró el llamado a la Banca Multilateral para que condicione sus créditos al financiamiento de un porcentaje de emprendimientos de mujeres.
«Somos el 52% de la población mundial y, sin embargo, la participación en la economía sigue siendo muy limitada. Los Estados debemos trabajar para brindar a las mujeres garantías reales en términos de oportunidades laborales, igualdad salarial, inclusión financiera y asistencia técnica para sus iniciativas empresariales. Los Bancos Multilaterales pueden jugar un papel muy importante en esta tarea, al condicionar el uso de al menos el 20% de los préstamos estatales con un enfoque de género», enfatizó.
En el encuentro virtual, que convocó a otras 23 líderes mundiales, en su mayoría jefes de Estado, subrayó que la pandemia hizo más apremiante la necesidad de incluir a las mujeres en la economía. «Una mujer económicamente empoderada puede igualar sus condiciones tanto en el hogar como en el trabajo. Esa mujer puede mejorar el acceso a una mejor nutrición, tendrá resiliencia financiera y brindará a sus hijos, su familia y otras personas que la rodean una vida mejor».
Y expresó que de esta manera, se cerrará el cerco a las violencias de género. «Según el FMI, la inclusión de la mujer en la economía puede incrementar el PIB mundial en un 35%. Además, el empoderamiento económico de la mujer es fundamental para una vida libre de violencia. Todos sabemos que la violencia nos golpea de múltiples formas. No solo violencia física y psicológica, sino también violencia imperceptible que se traduce en trabajo no remunerado, inseguridad económica, desnutrición, estrés, desigualdad salarial, falta de participación en la política y en la toma de decisiones, entre otros», dijo.
Manifestó que, en el mundo posterior a la pandemia, se debe considerar a las mujeres como motores del crecimiento y recuperación, y se refirió a las acciones que está adelantando Colombia en este sentido. «Durante los últimos 2 años hemos estado monitoreando el empoderamiento económico y político, así como la violencia contra las mujeres. Durante la pandemia creamos el Patromonio Autónomo, un esfuerzo público-privado para el emprendimiento, formalización y fortalecimiento empresarial, a través de préstamos y capital de inversión en negocios de mujeres. Le apostamos a un millón de mujeres con emprendimientos sostenibles, productivos, formales y escalables en los próximos dos años».
Una de las iniciativas tiene que ver con la promoción de una estrecha relación entre las empresas y las alcaldesas de municipios para que tengan éxito en la adopción de buenas prácticas empresariales. «Nuestro gobierno también está impulsando empresas de mujeres para tengan una mayor participación en la contratación pública, y estamos avanzando hacia una mejor inclusión de las mujeres en la toma de decisiones políticas», señaló.
Sostuvo, además, que, desde el Gobierno colombiano se está consolidando una Estrategia para fortalecer el compromiso con la agenda de las Mujeres, la Paz y la Seguridad e implementar plenamente la Resolución 1325 de la ONU.
Para finalizar pidió acelerar acciones a favor de la inclusión plena de la mujer en la economía y en la sociedad general, un camino que también permitirá cerrar el cerco a las violencias de género. «El ritmo al que ha mejorado la situación de las mujeres en los últimos 25 años, no es suficiente. Tenemos que hacerlo mejor y más rápido porque la sociedad y las mujeres lo necesitan y lo merecen», concluyó.
El informe Beijing + 25, -encabezado por el Georgetown Institute for Women, Peace, and Security, junto con la Fundación Rockefeller, la colaboración de Hillary Clinton, la Vicepresidente de Colombia y otras líderes mundiales-, propone acciones para el próximo cuarto de siglo, teniendo en cuenta los desafíos que implica la coyuntura actual del COVID-19.