En una denuncia pública, Paola Reyes expuso el caso de su abuela Rosa María Hernández, de 91 años, quien fue remitida por la EPS Capresoca al hospital La Victoria en Bogotá, a pesar de que requería una valoración urgente por cirugía vascular debido a una isquemia en su miembro inferior izquierdo y un aneurisma en la aorta abdominal.
Según Reyes, la paciente fue trasladada en ambulancia desde Yopal y el ingreso al hospital fue realizado por personal de la ambulancia, sin que se verificara la disponibilidad del servicio de cirugía vascular.
Tras más largas horas sin recibir el tratamiento necesario ni medicamentos para el dolor, la joven relató que el hospital finalmente informó que no contaba con la especialidad requerida.
«La misma impresión se llevaron los médicos de acá, dijeron que no entendían por qué la remitieron a este hospital si aquí no hay cirugía vascular», expresó Reyes. «Cada minuto es crucial para mi abuela porque la necrosis sigue avanzando».
Paola Reyes explicó que solicitó a Capresoca el traslado de su abuela a un hospital con el área de cirugía vascular, como el Hospital Universitario Nacional, pero en su lugar la paciente fue enviada a un centro cuyo enfoque principal es la psiquiatría, lo que ha agravado aún más la situación.
Además, la familia enfrenta dificultades logísticas en Bogotá, sin recursos ni un lugar permanente donde hospedarse mientras gestionan la atención médica adecuada. «Nos enviaron a la deriva, estamos abandonados», afirmó Reyes con indignación.
La joven hizo un llamado urgente a la EPS Capresoca para que la paciente sea trasladada a un centro que pueda brindarle el tratamiento adecuado y evitar mayores complicaciones en el estado de salud de su abuela.
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