Unas 11 naciones que habitan en 10 resguardos indígenas de Casanare, fueron convocadas para este sábado en la población de Orocué, a participar en las mesas de concertación y diálogo social, previstas para la redacción del plan de desarrollo departamental.
Esta es una convocatoria histórica, dijo el jefe de la oficina técnica de Planeación Alfonso Cárdenas, porque hasta ahora, las minorías étnicas solo han logrado una figuración débil frente a la formulación de la política pública de desarrollo.
Llama la atención el resguardo indígena de Caño Machuelo, ubicado en extremo nor-oriental del departamento, que es quizá uno de los que presenta mayor diversidad étnica en el país, por albergar en un territorio común, a diez pueblos indígenas, con un histórico raigambre, como los Amorúa, Sáliba, Masiware, Piapoco, Waipijiwi y Sikuani, entre otras tribus, cuyas identidades étnicas prevalecen con arraigo, puesto que han diseñado una estrategia para proteger sus acervos culturales, como un mecanismo de resistencia al despojo territorial.
En algunos pueblos, aun no hablan el idioma español porque su relación con los medios de comunicación y con el mundo exterior a sus territorios, es escasa y en oportunidades inexistente.
El funcionario agregó que además, se programaron audiciones especiales con las comunidades Afro-casanareñas integradas por centenares de familias que llegaron de la costa pacífica hace más de 50 años, a vincularse como trabajadores de los cultivos de palma aceitera y que hoy, son una población importante en el concierto departamental, a tal punto, que se pueden considerar, criollos casanareños.
Otro hecho destacable, es la asistencia del gobernador y la cúpula del gobierno, a los 19 municipios por carretera, hecho que por primera vez se logra, gracias al ambiente de paz que se ha logrado en los últimos tiempos.