A casi 70 mil millones de pesos asciende la deuda del más importante centro hospitalario de la región a los empleados y trabajadores en salarios, además otros servicios y a proveedores, mientras que las EPS le deben al hospital todo un año de trabajo.
La queja más recurrente por parte de los empleados es la falta de pago del sueldo, afirman que llevan hasta tres y cuatro meses sin recibir honorarios.
Además de la crisis financiera, los empleados denunciaron que se han visto sometidos a persecución laboral, no les tienen en cuenta las incapacidades, deben venir estresados a laborar, no tienen los elementos básicos para ejercer su actividad y les suspenden los contratos si se enferman.
El gobernador de Casanare visitó el para escuchar al personal médico y asistencial de la entidad y conocer el lamentable estado en el que se encuentra uno de los centros médicos más importantes de la región.
“El hospital están en cuidados intensivos y solo lo salva un milagro. La situación es bastante compleja. Vamos a liderar un plan de salvamento para recuperarlo, quitando la tercerización que es un negocio que se tiene en este hospital porque se volvió un hueso”.
“El hospital no es de los gobernantes de turno”, dijo el mandatario, quien se comprometió desde su Secretaría de Salud y con el personal del centro médico a instalar una mesa permanente para que de manera concertada se inicie un plan de salvamento, evitando que la entidad llegue a una intervención por parte de la Superintendencia de Salud.