La compañía de telecomunicaciones pasa por una difícil situación por el bajo cumplimiento en sus metas y deberá rendir cuentas.
Aunque la compañía ha informado oficialmente que «sigue operando normalmente en todas sus líneas de negocio», la situación genera preocupación. El ministro TIC, Mauricio Lizcano, ha señalado que la situación es crítica y el Gobierno ha extendido el plazo hasta octubre para que la empresa presente una garantía para el uso del espectro. Debido a su situación financiera en números rojos, la empresa no pudo obtener dicha garantía en septiembre.
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, ha expresado su preocupación por la actual situación financiera de la empresa Tigo-Une, que genera inquietud debido a su estado financiero actual y los servicios que ofrece en toda Colombia, así como las posibles causas que han llevado a esta aparente crisis.
Quintero se refiere a la alianza previa entre Une y EPM: «Es una situación crítica para Tigo Une, la empresa está en su tercer año consecutivo de pérdidas. Aníbal Gaviria se la otorgó a Tigo y los concejales actuales votaron en contra de recuperar el dinero. Como alcalde de Medellín y defensor de lo público, responsabilizo a los privatizadores por lo que está sucediendo y sucederá con Tigo-Une».
Actualmente, la empresa de telecomunicaciones registra más de 400 mil millones de pérdidas anuales y tiene un patrimonio negativo, lo cual, según la ley colombiana, la sitúa en condición de reorganización o liquidación, una medida que aplica a todas las empresas.
En relación a la situación financiera y operativa, los representantes afirman que la empresa continúa el proceso para la renovación del espectro, lo cual es crucial para mantener la prestación de servicios a nivel nacional. También preocupa que no haya una forma de mejorar o reparar los servicios, ya que Tigo actualmente brinda servicios a 14 millones de usuarios, incluyendo infraestructuras críticas del país como el metro de Medellín, la Alcaldía y EPM, a través de plataformas y tecnologías proporcionadas por TIGO, además de otros servicios adquiridos por los ciudadanos en las 32 ciudades del país.
Tigo-UNE ha declarado que «el contexto macroeconómico, los efectos de la pandemia y la coyuntura del sector están afectando a todos los operadores de telecomunicaciones. La mayoría de las empresas del sector registraron balances negativos en el año 2022 en Colombia. Tigo no es ajena a esta realidad».
La empresa también ha mencionado que «estamos a la espera de que nuestros accionistas analicen y definan una eventual capitalización de la empresa y resuelvan la situación. Asimismo, la Administración de Tigo viene adelantando diferentes planes e iniciativas para hacerle frente a esta coyuntura», señaló la empresa, que genera 25.000 empleos en el país, entre directos e indirectos.
Asimismo, han afirmado desde la compañía que «la visión de este gran negocio que ha cultivado a lo largo del tiempo, siempre ha sido de largo plazo. La administración seguirá trabajando para cumplir con las metas planteadas para este 2023 y los próximos años y así mismo lograr las metas alcanzadas y propuestas para los próximos años, cuando se logre superar esta situación que pone a millones de ciudadanos en riesgo para la prestación de los servicios de telefonía, hogar entre otros».
Fuente: Infobae