Durante los últimos días, el municipio de Orocué ha sido testigo de una serie de incendios forestales que han puesto a prueba al cuerpo de bomberos voluntarios. A pesar del desafío, lograron controlar las llamas que amenazaban viviendas, cultivos y una estación petrolera.
En la vereda La Virgen, uno de los incendios más críticos puso en peligro una estación petrolera y arrasó con aproximadamente 220 hectáreas de sabana nativa. La rápida intervención evitó mayores daños.
En paralelo, en la vereda Remolino, sector La Graja, las llamas pusieron en riesgo viviendas y cultivos. Un bombero resultó herido durante las operaciones, pero se encuentra recuperándose tras recibir atención médica.
Además, otro foco fue controlado recientemente en la vereda Surimena. En total se han visto afectadas alrededor de 920 hectáreas entre sabana nativa y matorral.
Las autoridades locales permanecen alerta debido a la temporada seca que aumenta el riesgo de incendios forestales. Se insta a la comunidad a evitar actividades peligrosas y reportar cualquier foco inmediatamente para prevenir mayores desastres.