Este 21 de octubre es el día del paro nacional, una nueva jornada de mítines, plantones y caravanas que está convocado principalmente por los sindicatos de trabajadores, profesores, estudiantes, indígenas y campesinos, quienes se mantienen activos y cerrando filas alrededor de varias peticiones, económicas, laborales, sanitarias, pero también varias de carácter político.
¿Quiénes convocan?
El ente organizador es el Comité Nacional del Paro, del que hacen parte la Central Unitaria de Trabajadores, CUT; la Confederación General del Trabajo, CGT; Fecode, el sindicato de maestros; Asonal Judicial, el sindicato de trabajadores de la salud, así como organizaciones civiles y cívicas de estudiantes, campesinos, comunidades negras, indígenas, LGBTI, entre otros.
¿Qué piden?
Muchas cosas. Principalmente se marchará por la vida, para que paren las muertes de líderes sociales y contra el abuso policial. Sin embargo, existe un denominado ‘pliego de emergencia’ presentado por el comité nacional del Paro que contiene siete pedidos:
1. Garantizar la salud de los trabajadores en medio de la pandemia
2. Renta básica, un salario mínimo por seis meses para trabajadores afectados por la pandemia y personas en condición de pobreza.
3. Defensa de la producción nacional, agrícola, industrial y campesina, que se condonen créditos a campesinos y subsidios de nómina para las pymes locales.
4. Derogar la alternancia educativa, el regreso de los estudiantes a los colegios; también la matrícula cero para estudiantes universitarios y mas subsidios educativos.
5. Protección a la mujer y a la diversidad sexual.
6. Derogar decretos de emergencia que han afectado, dicen ellos, las condiciones laborales en Colombia.
7. El paro le pide al Gobierno usar recursos públicos, emisiones de capitales, uso de deuda externa, entre otros, para cumplir con estas peticiones
También se juntan las peticiones, más de 130, que tiene el pliego principal del Comité Nacional del Paro, presentado el año pasado, que incluyen varias peticiones, muchas de ellas de carácter político, como la revisión de la doctrina militar, reiniciar las conversaciones de paz con el ELN y revisar varios aspectos de la política económica y del sistema político del país, aspectos todos que ha dicho el Gobierno no son negociables, al menos un 40% de esas peticiones, y que merecerían una reforma o proceso más profunda, bajo la democracia, contienda electoral o Reforma Constitucional y no en el marco de protestas y paros.